La boda de Dominique & Lodewijk fue una de esas celebraciones que una vez se viven ya no se olvidan.
Desde Holanda viajaron hasta Málaga para darse el “sí quiero” rodeados de naturaleza, en el maravilloso Cortijo Casas Viejas, una finca rústica en mitad de las montañas.
Esta boda holandesa en Málaga fue preciosa, emotiva, llena de detalles… y también de lluvia.
Justo al terminar la ceremonia, el cielo decidió unirse a la celebración. Pero lejos de arruinar el momento, la lluvia convirtió la boda en algo aún más auténtico y especial.
Nadie dejó de sonreír, nadie dejó de bailar. Las ganas de celebrar eran tan grandes que muchos invitados siguieron la fiesta sin preocuparse por mojarse.
Se adaptaron los espacios, se colocaron carpas, y la música y las risas no cesaron en ningún momento. Fue una fiesta mágica, de esas en las que la felicidad se siente en el aire.
Y tuve la suerte de estar allí para capturar cada instante.
Por cierto, si dudáis en contratar a una wedding planner os digo que en esta boda fueron fundamentales para que la lluvia influyera lo menos posible en la boda.
Increíble el trabajo de Marije, Marjan y Danieke, de Trouwen in Spanje.
También espectacular el maquillaje y la peluquería de mi amiga Leonie, y cómo no, el mejor DJ de Málaga, Costa del Sol DJ (Miguel) hizo que en la fiesta nadie dejara de bailar hasta altas horas de la madrugada.