No hay más que ver sus fotos para darse cuenta lo bien que se lo pasaron Verónica y Víctor en su boda.
Y es que cuando los novios lo disfrutan al máximo los invitados también se contagian de esa felicidad y eso es lo que hace especial cada momento que capturo con mi cámara.
Os dejo con una combinación de fotografías de corte documental con otras más artísticas aprovechando el magnífico entorno de la Hacienda Jacaranda.
Y agradezco como siempre el trabajo realizado por Emanuelle di Dio como segundo fotógrafo.