Holanda tiene una gran diversidad de paisajes así que para la postboda de Anneke & Saïd decidimos hacer un mix entre ciudad y naturaleza.
Nos dirigimos a la pintoresca Gouda, ciudad que a parte de ser conocida por su delicioso queso también destaca por sus plazas y calles de origen medieval.
Es una ciudad que invita al romanticismo. Da gusto perderse por la zona antigua y recorrer sus bonitos canales.
La otra localización, totalmente opuesta fue la visita a Soesterduinen, unas preciosa zona de dunas en mitad de un bosque.
Destaca la arena blanca que adquiere un color más anaranjado con la luz cálida del atardecer. Un lugar espectacular para terminar esta bonita sesión de postboda en Holanda.
Quiero dar las gracias  a Anneke & Saïd por todas las facilidades que nos dieron para hacer más fácil nuestro trabajo y por ese buen rollo que hubo con ellos desde principio a fin.
Si queréis ver su preciosa boda pinchad aquí.